Historia del cosplay
El número de seguidores del cosplay ha ido siempre en aumento, cada vez es más común ver a gente disfrazada en cualquier convención, y no es raro, hoy día, ver que en los estrenos de las grandes producciones de cine, algunos grupos se reúnan ataviados con sus mejores galas en las salas de los cines.
Los concursos de cosplay son muy habituales en las convenciones de cómics y en algunas se tiene la oportunidad de entrar gratis por llevar puesto tu disfraz. Por supuesto, en dichos eventos abundan los llamados kameko (kamera kozo, chico de la cámara), (aunque hay diferencias, ya que kozo es una forma grosera de llamarle a un niño, otros creen que se les dice kameko por "Kamera Otoko", que significa hombre-cámara) que se dedican a sacar fotos de los cosplayers, tras lo cual, dependiendo de las costumbres del lugar, les ofrecen copias como regalo o las suben a galerías de estas personas.
Los Cosplayers más atractivos son los más fotografiados y suelen hacerse de fans quienes los siguen a cada evento al que asisten; y pasan a convertirse en "Idols". Estos cosplayers se hacen en cierta forma profesionales; pero muchas veces atentando contra derechos de autor por cobrar dinero a los eventos donde los invitan y sin pagar regalías por el uso de la imagen y/o marca de un personaje al creador o empresa.
La trascendencia del cosplaying alrededor del mundo se refleja mucho más en los jóvenes considerados como generación Y, o millenias. Jóvenes que buscan encontrar una identidad más globalizada sin centrarse en un solo estilo de vida; por lo tanto, existen cosplayers que pueden considerarse desde rockeros, artistas gráficos, DeeJays, etc.
Dentro del cosplay existen algunas tendencias donde se podrían destacar el crossplay, que consiste en vestirte de un personaje del sexo contrario, o el furry, que es disfrazarse de algún animal utilizando pieles.
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